La ilusión de Hering

Nota técnica

No sólo nació pobre. Tampoco fue hijo de un gran académico, lo cual hizo de su formación una cuesta arriba. La gran paradoja es que sostenía una creencia acerca de que existen habilidades fijadas en su cerebro, heredadas nativamente. No era empirista, como su némesis teórica Helmholtz, el cual creía en el papel de la experiencia. Pero esto es sólo una introducción: ambos habían desarrollado teorías científicas opuestas.

El antagonismo entre estos dos grandes científicos se entrelazaba en mútiples planos ópticos y fisiológicos. La teoría de Hermann von Helmholtz, apoyada en desarrollos de Young, planteaba que debían existir en la retina tres tipos de fotorreceptores, los cuales estaban especializados en diferentes longitudes de onda. Esta hipótesis se ratificó 100 años después.

Pero a Ewald Hering no le bastaba caracterizar la visión humana con estos tres estímulos. Intuía que ciertos colores son tan opuestos que no pueden combinarse entre sí. Así como existe el Noroeste, no es posible el Esteoeste, o el Norsur. Estos oponentes, además del blanco con el negro, eran el par rojo-verde y el azul-amarillo. Esta teoría opuesta a la de sus contrincantes científicos era la del Proceso Oponente.

Con su nueva teoría se podían explicar entonces fenómenos como el After Image, el cual sucede luego de fijar la vista en una imagen con cierto color o contraste, para luego mirar hacia un plano neutro y poder visualizar la impresión opuesta retenida en nuestra retina. Este modelo está además en sintonía con ideas de Goethe donde un color demanda a su opuesto. Christine Ladd-Franklin más adelante siguió desarrollando la teoría de oponentes, explicando con ella las patologías del daltonismo.

La controversia entre ambos modelos se mantuvo por décadas.

Los oponentes en el círculo de Goethe y la respuesta de los tres "tipos de nervio" especializados a diferentes longitudes de onda, de Young.

Hasta que un experto en paradojas, Erwin Schrödinger, propuso establecer una relación entre las teorías de tres y cuatro colores, como dos niveles de un mismo fenómeno perceptual. A nivel fisiológico se demostró la existencia de la oposición del color en el rol de los ganglios y el núcleo geniculado lateral, un procesador orgánico de la señal visual anterior a la corteza cerebral, donde seguirán sucediendo nuevos niveles perceptuales, mejor estudiados por la psicología de la Gestalt.

Erwin trazó un eje que unía ambas teorías. También el Alychne, un eje teórico que tomó en cuenta la CIE al momento de crear su modelo de color absoluto, donde su primer eje x fue la idea del color “sin luz”, paradojas que a Schrödinger se le daban tan bien por conciliar.

La controversia de Hering/Helmholtz no fue más que una ilusión.

Domingo, 26 Mayo, 2019